Carolina Vizuet Durán, Dra. C.
Doctora en ciencia del comportamiento (Acentuación en neurociencias)
Maestra en ciencia del comportamiento (Acentuación en neurociencias)
Licenciada en Psicología
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicaron que los trastornos de ansiedad son el segundo trastorno mental más incapacitante en la mayoría de los países de la Región de las Américas (2).
La ansiedad es una respuesta natural y adaptativa del cuerpo humano ante situaciones de amenaza o estrés. Se origina en el sistema nervioso como una reacción que prepara al organismo para afrontar peligros potenciales o desafíos. Sin embargo, cuando esta respuesta se vuelve crónica o desproporcionada en relación con la situación real, se convierte en un trastorno de ansiedad.
Síntomas: Los síntomas típicos de la ansiedad incluyen la activación del sistema nervioso simpático, que puede manifestarse a través de taquicardia, sudoración excesiva, tensión muscular y dificultad para respirar. A nivel cognitivo, se pueden experimentar pensamientos intrusivos, preocupaciones excesivas y dificultades para concentrarse. Además, pueden surgir síntomas emocionales, como el miedo, la irritabilidad y la inquietud. Frecuentemente, estos síntomas impactan negativamente en la calidad de vida y el funcionamiento diario de la persona (1).
Tipos de ansiedad: Existen varios tipos de trastornos de ansiedad reconocidos, entre ellos:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Caracterizado por preocupaciones excesivas y persistentes sobre situaciones cotidianas, acompañadas de síntomas físicos y emocionales.
- Trastorno de pánico: Se manifiesta a través de ataques de pánico repentinos y abrumadores, acompañados de sensaciones intensas de miedo y malestar físico.
- Trastorno de ansiedad social: Implica un miedo intenso a las situaciones sociales o al juicio de los demás, lo que lleva a la evitación de interacciones sociales.
- Trastorno de ansiedad por separación: Principalmente observado en niños, implica una ansiedad extrema ante la separación de figuras de apego, como padres o cuidadores.
Cómo tratarla: El tratamiento de los trastornos de ansiedad suele involucrar una combinación de terapia y, en algunos casos, medicamentos. Algunos enfoques terapéuticos eficaces incluyen:
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- Terapia cognitivo-conductual: Ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos relacionados con la ansiedad.
- Terapia de exposición: Implica enfrentar gradualmente las situaciones que generan ansiedad para desensibilizarse a ellas.
- Terapia farmacológica: En casos más graves, se pueden recetar medicamentos, como antidepresivos o ansiolíticos, bajo supervisión médica.
- Técnicas de relajación y mindfulness: Aprender a manejar el estrés y la ansiedad a través de la meditación y otras técnicas de relajación.
- Neurofeedback: Esta técnica permite que zonas cerebrales que se activan ante situaciones de miedo o peligro, aprendan a dejar de activarse cuando no existen estas situaciones. Asimismo, les enseña a que puedan permanecer en estado de calma, logrando así eliminar el trastorno de ansiedad.
Es fundamental buscar ayuda profesional si experimentas síntomas del trastorno de ansiedad que afectan tu vida diaria. Con el tratamiento adecuado, es posible controlar y superar los trastornos de ansiedad, permitiéndote recuperar tu bienestar emocional y psicológico.
Citas: 332 494 7826
Referencias:
1. Chacón Delgado. E. y cols. (2001) Generalidades sobre el Trastorno de Ansiedad. Revista Cúpula; 35 (1): 23-36.
2. OPS, OMS. (2018). The Burden of Mental Disorders in the Region of the Americas. [Online]. [citado en 2020 Noviembre 25. Disponible en: 9789275120286.
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