Por: Carolina Vizuet Durán, Dra. C.
Nuestro organismo esta formado por un conjunto de sistemas que se apoyan entre sí para su perfecto funcionamiento.
Para fines de estudio o investigación, se empezó a explorar el cuerpo humano profundizando en sus diferentes sistemas. Sin embargo, ésto llevo a verlos de forma separada, llegando al extremo de tratar a cada uno como si fueran completamente ajenos.
Relación cerebro-intestino
El sistema digestivo reacciona secretando ácidos ante experiencias que nos provocan ansiedad o excitación. Esta es la evidencia más básica de la relación sistema nervioso - sistema digestivo. Sin embargo, su relación va más allá.
Ahora se conoce la existencia de neuronas en el aparato digestivo, las cuales apoyan la formación de neurotransmisores encontrados en el cerebro; permitiendo la homeostasis cerebral.
Asimismo, los ingredientes de los alimentos que consumimos en nuestra dieta, también están directamente relacionados con el buen o mal funcionamiento de nuestro sistema nervioso central.
Algunas teorías incluso postulan que el intestino enfermo es la causa de todos los padecimientos neurológicos y psiquiátricos.
Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina (Hipócrates).
En los últimos 50 años, ingredientes industriales como: azúcares, conservadores, saborizantes y colorantes artificiales, han sido añadidos de forma indiscriminada a los alimentos empacados. Del mismo modo, la incidencia de enfermedades psiquiátricas y neurológicas se ha incrementado. Por lo que ahora se ha estado prestando mayor atención a la relación de la dieta y la salud.
Dieta y cerebro
Existe evidencia científica de cómo algunas dietas han favorecido la mejora de los síntomas de padecimientos o trastornos neurológicos, tales como el Autismo, el Trastorno de Asperger, el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), las Demencias, e incluso la Esquizofrenia.
Una de las más populares dietas es la Dieta Linca, desarrollada principalmente como tratamiento para el Autismo, sin embargo también se ha visto mejoría en otros trastornos. Esta dieta se centra en eliminar el gluten y los lácteos, así como desintoxicar el organismo de metales pesados y otros tóxicos.
Dieta GAPS
Otra de las dietas que ha ganado mucha popularidad en el mundo es la dieta GAPS, por sus siglas en inglés Síndrome del Intestino y la Psicología. Fue desarrollada por la Dra. Campbell McBride, quien sacó del Autismo a su hijo con este régimen alimenticio. El objetivo de esta dieta es mejorar la salud física y mental de pacientes con trastornos neurológicos o psiquiátricos.
Esta dieta se avoca a sanar completamente el intestino y nutrir adecuadamente el cerebro. Para sanar el intestino, se incrementa el consumo de alimentos probióticos, prebióticos y antibióticos, mientras que se eliminan inicialmente los carbohidratos y las azúcares procesadas. Además todos los alimentos permitidos deben de ser orgánicos.
La dieta GAPS se lleva en tres fases: la fase de introducción, la dieta propiamente dicha y la fase de mantenimiento.
En esta dieta los cereales se ingieren previa fermentación, se incluyen sólo grasas saturadas como coco, aguacate y cerdo; se permiten vegetales y carnes orgánicas, se endulza con miel y stevia, se incrementa el consumo de frutos secos, vitaminas, minerales, aminoácidos y omegas.
En lo personal, a mis clientes se les propone un cambio de hábitos en relación con su dieta, ya que si entrenamos al cerebro para su mejor función, es necesario también nutrirlo adecuadamente.
Eliminamos todos los alimentos industriales con conservadores, colorantes, saborizantes y azúcar añadida. Asimismo, sustituimos las grasas que se queman por grasas que no se queman. Se incrementa el consumo de Omega 3, 9 y se sustituye el consumo de azúcar por estevia pura o miel natural, además recomendamos el consumo de probióticos.
Que tu prioridad sea la salud tuya y la de los que amas, cuida desde ahora la dieta.
Llámanos: 332 494 7826
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Lucinda Jimenez (miércoles, 07 septiembre 2016 09:49)
Gracias por compartir esta información, a mi hijo lo estamos tratando con medicamentos, pero los efectos que le provocan no nos gustan. Ha dejado de comer, le duele la cabeza, no duerme bien y anda irritable.
Carolina Vizuet Durán (miércoles, 23 noviembre 2016 19:01)
Gracias por compartir Lucinda, así les pasa a muchos de los que toman medicamento, y en muchos casos encontramos que aún en la edad adulta continúan tomándolos resolviendo sólo parcialmente su situación.